martes, 6 de mayo de 2008

Entre agua dulce y salada.

Hoy me siento con mucha energía. El tiempo es bueno, soleado pero no muy caluroso. Un ligero aire con aroma de sal acaricia y penetra mis alas. Llevo muchas horas de vuelo. Mi viaje es en compañía de una bandada de Buitrones, a la que ademas de este humilde Gurrión, también han sido admitidos en el viaje, un Carricero Tordal y un Jilguero que en los momentos de flojera, nos anima con sus alegres cantos.



Desde hace unos instantes ante nuestros ojos se abre una inmensa superficie de campos, inundados la mayoría de las veces. Campos y mas campos. El aire cada vez se respira mas salino, un olor al que no estoy acostumbrado. Entre los campos, alguna laguna y en ambos puede verse, aquí y allá, parejas de ánades ya formadas. Otras en proceso de formación , donde dos machos cortejan a una hembra. Éstas, en algunas ocasiones acaban en trío, como garantía para el futuro de la especie.

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