
Desde hace unos instantes ante nuestros ojos se abre una inmensa superficie de campos, inundados la mayoría de las veces. Campos y mas campos. El aire cada vez se respira mas salino, un olor al que no estoy acostumbrado. Entre los campos, alguna laguna y en ambos puede verse, aquí y allá, parejas de ánades ya formadas. Otras en proceso de formación , donde dos machos cortejan a una hembra. Éstas, en algunas ocasiones acaban en trío, como garantía para el futuro de la especie.

No hay comentarios:
Publicar un comentario